miércoles, 29 de enero de 2014



Extraño la inocencia.

Ese olor a mate cocido
y pan con manteca.


8 comentarios:

Dante Bertini dijo...

A MI TAMBIÉN ME FALTA LA INOCENCIA DE AQUELLOS TIEMPOS, LOS PRIMEROS

UN ABRAZO

Melina dijo...

¡Que se venga la de los segundos tiempos, Cacho! Nunca es tarde para un buen baldazo en los ojos. ¡A limpiar las legañas de los miedos! Yo ya me pegué una patada en el traste y salí a buscar el Pan. Y valió la pena. Es tan bueno como antes. ¡Abrazo grande!

La Muniequera dijo...

Ay, pero qué lindo este rincón de reencuentro fuera de la masividad, es reconfortante!

Melina dijo...

¡Munie…! ¡Lo único masivo en este momento de mi vida son los pelos de gato!, jaja. ¿Algún cosaco pidió dollyfication?

No sabés lo que me alegra reencontrarlos…

Que después digan que el intercambio no alimenta. Este lo escribí salpicando la casa de botones verdes, rojos y amarillos. (Y escupí este azulito pa' no tragarmeló.)

ed dijo...

manteca con rulitos (y más blog!)

malditas musas dijo...

Es verdad, Melina, se extraña (ahora, somos todos culpables...)
Y yo extrañaba tus letras.

Besotes

Melina dijo...

Todos culpables, Marce. Nadie se salva.
Sanguinarios…, pst!
¿Hacía falta ensañarse con la manteca de ese modo salvaje?
Quedó mal después del shock. Destrozada, pobre criaturita. La mandé a la peluquería del Ed para levantarle la autestima, pero me la devolvió con afro.
Así que ahora está en período de rehabilitación.
La metí en la heladera adentro de un zapato.

WARNIN!: Si usté es manteca, NO VAYA a La Peluquería del Ed.
¿No me cree? Mírele esa sonrisa satisfecha… Mire bien esas migas sospechosas debajo del sillón de afeitar…

¡No se puede invitarlos a tomar la leche, ché!

Melina dijo...

(Yo también los extrañé. ¡Y también quiero más blogs!)